Su abuelo se disparó en una sien. Su madre apuró tres tabletas de pastillas. Cuentan que su padre se rebanó las muñecas con una navaja suiza. Su hermana, misionera, adoraba besar labios enfermos de cólera. Su hermano, antes de lograrlo, resistió a la ruleta rusa diecisiete madrugadas. Ella, la única que queda de la familia, es la más perfeccionista. Por eso se enamoró de mi al vuelo en aquella taberna (el retrato robot pegado en la puerta me hacía bastante justicia). Estoy seguro de que llegado el momento, mi puntería no va a decepcionarla.
12 comentarios:
Qué brutal! Apabullante! Enhorabuena. Elena.
Te superas a cada entrada. ¡Gracias!
Miriam, te invito a pasar por mi blog: http://muybreves.blogspot.com/
Serás bienvenida.
Víctor.
Seguro que prefiere hacerlo ella misma arrebatándole la pistola.
Saludos
Tus microcuentos son cada vez mejores. Impresionante éste.
Gracias por la compañía a todos. Víctor, ánimo con tu blog. Ayer estuve paseando por allí y me resultó muy, muy grato. Miguel, me agrada que te venga esa imagen a la cabeza. Eso quiere decir que has hecho tuyo el micro. Yo prefiero pensar que será un disparo limpio y perfecto de él. Ella conseguirá morir sin tocar un arma. Por eso su muerte será la más lograda, en mi opinión. (Sí, un poco tétrica).
Herman,
tus micros tienen mucho que ver en que cada vez me guste más escribir. He descubierto escritores de lujo en el mundo digital que, estoy segura, veremos rápidamente en papel. Y tú estás en mis quinielas. Vuestro trabajo es un regalo para mí.
Muy buen micro, me ha parecido muy bueno. Encantado de conocer tu blog.
Gracias Manu. Yo también he descubierto tu blog hace poco y aprendo mucho con él. :)
Fabuloso. Menudo micro!!
Enhorabuena.
Me alegro de que te haya gustado, María, bloguera amiga.
Hola Miriam! Gracias por visitar mi casa! Y cómo no te había encontrado nunca en este mundo mínimo? Anduve dando una mirada y me gusta mucho cómo escribes. Te añadiré a mi blogroll.
Este micro me gustó, aunque por el título me esperaba un final mas ampuloso. Pero es buscarle la quinta pata al gato.
Saludos!
Sí, lo bonito de internet es que siempre estás descubriendo escritores nuevos. Lo mismo me acaba de pasar contigo. Besos.
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