miércoles, 24 de diciembre de 2008

EL MOSQUITO por Miriam Márquez

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A las 23:58:00", el-hombre-que-siempre-se-duerme-a-medianoche dobla el pico de la página del libro que está leyendo, lo cierra, lo deja sobre la mesilla y apaga la luz. A las 23:59:40”, un mosquito se pone a revolotear en torno a su oreja. A las 00:00;03”, el hombre-que-¿siempre?-se-duerme-a-medianoche se sienta confundido sobre la cama. Busca un cigarro, pero el paquete está vacío. A las 00:01:52”, con el silbido del mosquito de fondo, el-hombre-que-toda-la-vida-menos-ese-día-se-ha-dormido-a-medianoche se viste a toda prisa. A las 00:04:35” entra en un bar “de esos”. Piensa: “un minuto, será sólo un minuto”, y se dirige a la máquina de tabaco. Al lado está ella. Cuando se agacha para recoger sus cigarrillos, le da tiempo a recorrer la costura exagerada de sus medias. Una vez erguido, la mira y ella le hace el mismo guiño que a todos. Él, hasta ahora diurno, le responde con un gesto que no le ha hecho a ninguna. A la 5:45:20” hacen el amor. A las 6:25:37”, se duermen. Desde ese día, el-hombre-que-antes-se-dormía-a-medianoche se despierta en el apartamento de ella al caer la tarde. Justo par ver cómo se maquilla y se va. Después, hace tiempo hasta que ella vuelve de madrugada para dormirse juntos. Algunos domingos, si ella libra, la lleva al campo para que le dé el sol en la cara sin maquillaje.
Pero un día, al-hombre-que-antes-se-dormía-a-medianoche, un zumbido de mosquito le despierta a las siete de la mañana. Ella duerme. Aturdido, sale a la calle. Observa fascinado a la masa. Contempla escaparates, se compra un maletín, un traje de chaqueta y un cartón de tabaco. Pasa el día subiendo y bajando escaleras mecánicas. Sin pensarlo muy bien, llega a su piso abandonado. Retoma el libro desde la marca, y a las 23:58:00" lo cierra, lo deja sobre la mesilla y apaga la luz. A las 23:58:22" piensa por un instante que ella debe estar llegando al bar de enfrente. A las 00:00:00", el-hombre-que-toda-su-vida-se-ha-dormido-a-medianoche-menos-durante-una-época-ya-pasada respira ya acompasadamente. .

lunes, 22 de diciembre de 2008

SENSATEZ por Miriam Márquez

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-¿Y cómo te propulsarás?- pregunta él, pájaro en mano.
-Con mis ciento volando.

WHERE DO YOU GO TO MY LOVELY? por Peter Sarstedt


(Sí, cierto, esto no es un cuento. Es la canción del corto de Wes Anderson "Hotel Chevalier". No me la quito de la cabeza. La letra sugiere tantas cosas, que no podía dejar de compartirla con vosotros. Os invito a que la descubráis en internet. A mí me ha tocado algo allá dentro. Algo placentero y un poco triste también. Feliz Navidad).

You talk like Marlene Dietrich
And you dance like Zizi Jeanmaire
Your clothes are all made by Balmain
And there's diamonds and pearls in your hair, yes there are
You live in a fancy apartment
Off the Boulevard Saint-Michel
Where you keep your Rolling Stones records
And a friend of Sacha Distel, yes you do
But where do you go to my lovely
When you're alone in your bed
Tell me the thoughts that surround you
I want to look inside your head, yes I do
I've seen all your qualifications
You got from the Sorbonne
And the painting you stole from Picasso
Your loveliness goes on and on, yes it does
When you go on your summer vacation
You go to Juan-les-Pins
With your carefully designed topless swimsuit
You get an even suntan on your back and on your legs
And when the snow falls you're found in Saint Moritz
With the others of the jet-set
And you sip your Napoleon brandy
But you never get your lips wet, no you don't
But where do you go to my lovely
When you're alone in your bed
Won't you tell me the thoughts that surround you
I want to look inside your head, yes I do
Your name, it is heard in high places
You know the Aga Khan
He sent you a racehorse for Christmas
And you keep it just for fun, for a laugh, a-ha-ha-ha
They say that when you get married
It'll be to a millionaire
But they don't realize where you came from
And I wonder if they really care, or give a damn
Where do you go to my lovely
When you're alone in your bed
Tell me the thoughts that surround you
I want to look inside your head, yes I do
I remember the back streets of Naples
Two children begging in rags
Both touched with a burning ambition
To shake off their lowly-born tags, so they try
So look into my face Marie-Claire
And remember just who you are
Then go and forget me forever
But I know you still bear the scar, deep inside, yes you do
I know where you go to my lovely
When you're alone in your bed
I know the thoughts that surround you
'Cause I can look inside your head

jueves, 11 de diciembre de 2008

SUPERMAN por Ángel Zapata


(Una guiño irreverente de Ángel Zapata, visto en la magnífica bitácora de Sergi Bellver http://www.alasdealbatros.blogspot.com/)

Supermán daba vueltas al globo rompiendo la barrera del sonido, hacía cosas así, y en cambio hay gente, hay hombres más que nada, que se ponen a abrir una sencilla lata de berberechos y se rebanan las pelotas.

domingo, 7 de diciembre de 2008

PERSONAS CIVILIZADAS por Pedro Herrero


(Llevaba tiempo sin recibir aportaciones vuestras y hoy me encontrado en mi inbox con eso que tanto me gusta: un cuento con una calidad evidente, en mi modesta opinión, firmado por alguien que todavía no conozco, pero con el que me une la complicidad de inventar).

Cuando mi mujer y yo comprendimos que no podíamos seguir juntos, pusimos de inmediato sobre la mesa las condiciones de nuestra separación. Lo haríamos como personas civilizadas, sin meter por medio a un abogado. Ella se quedaría la casa y yo el coche deportivo. Lo malo de ese reparto era que a mí me dejaba sin techo y a ella sin medio de transporte. Así que decidimos continuar compartiendo lo que teníamos, por turnos, aprovechando que ella era enfermera y podía cambiar su horario de trabajo en el hospital. Al cabo de unas semanas, rehicimos nuestra vida sentimental y fuimos cuatro en el apartamento. Como personas civilizadas, nos acostumbramos a convivir el uno con la pareja del otro, sin montar para nada el clásico numerito de los celos. Y aunque al principio tuvimos que etiquetar cada cual su propia ropa, para evitar confusiones al hacer la colada, pronto abandonamos ese protocolo, más propio de la vida militar. Pasaron los meses, y al llegar la Navidad nos propusimos cenar juntos la noche de fin de año. Bebimos y reímos tanto aquella noche, después de las campanadas, que ya de madrugada nos fuimos a dormir todos a la misma cama, donde acabamos abrazados en plena oscuridad. A la mañana siguiente, quizás bajo los efectos de una fuerte resaca, comprendimos que no podíamos seguir juntos, y pusimos de inmediato sobre la mesa las condiciones de nuestra separación. 

martes, 2 de diciembre de 2008

MI FELICIDAD SE ABURRE por Miriam Márquez


(¿Nunca habéis visto a alguien malgastar lo que más deseáis?)

Estaba allí. Llevaba un vestido rojo. Unos pendientes de aro color plata. Se había pintado una raya negra fina hilvanando sus pestañas. Tenía la sonrisa fácil al saludar y abría mucho los ojos, como si se negara a parpadear, como si quisiera succionarlo todo con su iris. Parecía que yo mismo –habiendo aprendido el arte de pintar en un segundo- la hubiera perfilado sobre aquel taburete frente a la barra. Estuve cinco minutos haciendo amagos de ir a hablar con ella. Pero entonces llegó la realidad, vestida con gabardina beige, y le dio un beso distraído en la boca. Se quedó allí, sentada a su lado, taciturna y ausente, llevándose a cada rato el móvil a la oreja, con la marca de carmín secándose en sus labios, mientras la mujer –quién sabe si para mortificarme- no paraba de lanzarme señales con sus brillantes tacones color blanco. 

domingo, 30 de noviembre de 2008

EL INGENIERO por Miriam Márquez


Ella tiene el pelo moreno y corto, y un cuerpo que tiene distintas edades. Dieciocho en los pechos, quince en las caderas, poco más de trece en sus manos. Él tiene una espalda que le hace parecer un hombre, y una timidez de niño. Ella estudia filosofía, como excusa para inventar. Él, ingeniería, como coartada para observar. Ahora recorre la cara de ella, quieta y desnuda en su cama, y sabe que de un momento a otro va a hablar porque le mira y calla. “Nunca me has dicho nada bonito, nada profundo ni trascendente…”. Él nota que le arde la cara. De nuevo aquello y justo allí donde no hay dónde esconderse. Piensa en decirle que aquella misma tarde ha dejado orientado el telescopio en su terraza para que la próxima vez que suba encuentre a la primera la constelación que le enseñó el otro día. Se le ocurre contarle que ha terminado el libro que ella le prestó en sólo una noche, y que ahora anda repasándolo un poco más despacio intentando encontrar la razón por la que es tan maravilloso. Está a punto de hablar para revelarle que, de todos los mecanismos del mundo (y hay algunos infinitos e inexplicables), él prefiere el abrir y cerrar perfecto de sus mandíbulas cuando habla. Se le pasan muchas cosas, tontas e insulsas, por la cabeza, pero se las guarda. No quiere que ella las compare con los versos perfectos de esos señores ya muertos a los que tanto admira. 

miércoles, 26 de noviembre de 2008

POETAS por Miriam Márquez


Antes de doblar la esquina y emprender el regreso a su ciudad dormitorio junto a la capital, la familia contempla el océano por última vez hasta el próximo agosto. “Laura, ¿y tú? ¿No quieres decirle adiós al mar?”, le pregunta su madre. Laura, la más pequeña, la que saca malas notas, la que este verano no ha parado de  garabatear libretas, mira la carretera e incomprensiblemente responde: “El mar se viene, mamá, se viene”.

ULTIMÁTUM por Miriam Márquez


Antes de llegar a casa, silencia el tono de su móvil. Para que la luz no la delate, lo entierra en su bolso. Piensa que tiene que acabar con aquello cuanto antes. Mientras cena con quien debe, no para de imaginarse el escándalo mudo de su teléfono amordazado. Se siente fuerte, allí sentada, sorda a sus gritos. Mañana le dirá que no insista, que va a olvidarlo todo, que ya ha empezado, de hecho, a desentenderse… Planea su discurso mientras se desliza en su cama. Con las palabras del desenlace aprendidas, se atreve a mirar el teléfono de reojo. La pantalla sigue en blanco en las buenas noches y también en el desayuno. En la comida, deja el móvil sobre la mesa porque hay mucho barullo en el restaurante. No quiere perder la oportunidad de acabar con todo ese mismo día. De vez en cuando repite mentalmente la conversación que tiene prevista, afina sus argumentos. No puede permitir que la confunda. Tres horas después se encierra en el baño del trabajo para llamarle, pero nadie responde. En el metro vuela por las escaleras mecánicas enfadada por aquel retraso imprevisto. Al llegar a casa pone el móvil en silencio, pero lo deja boca abajo en la mesilla. Así podrá ver, si se despierta en la noche, si se ha perdido alguna llamada inconveniente. 

miércoles, 19 de noviembre de 2008

EXTRATERRESTRES VII por Miriam Márquez


-Es verdad que es bonito- dice el marcianito verde de antenas cogiendo con esmero la bola de cristal que le ha traído su compañero de la Tierra- pero no termino de entender qué es.
-Pues muchos humanos tienen de éstas en sus casas- responde el otro observando también con detenimiento la burbuja transparente con el muñeco de nieve dentro, el trineo, los dos niños patinando, el árbol de Navidad.
De pronto, la nave espacial pilla un bache interestelar y de algún escondite secreto aparecen millones de copos minúsculos.
-Ooooooooooh- exclaman los extraterrestres al ver el remolino blanco. -¡¡También nieva allá dentro!!

viernes, 14 de noviembre de 2008

TO HAVE por Miriam Márquez


Hoy, por fin, el profesor de inglés ha dado a la niña la dirección del que a partir de ahora será su amigo por correspondencia. Algo nerviosa, se pone manos a la obra:

Dear Kevin,
I'm a Spanish girl. I want to be your new pen friend. I live in Madrid. I have a father. I have a mother. I have one brother and two sisters. I have a computer. I have a bycicle. I have two Levi's. I have an i-pod. I have seven dresses and a pair of sunglasses...

jueves, 6 de noviembre de 2008

EXTRATERRESTRES VI por Miriam Márquez


(Sólo para los que han leído EXTRATERRESTRES V un poquito más abajo)

-¿Qué es todo ese escándalo?- pregunta el marcianito verde de antenas viendo por la ventanilla los fuegos artificiales, las pancartas, las lágrimas, el confeti. 
-Parece que uno de ellos ha ganado eso que llaman elecciones- le responde el otro marcianito de antenas. 
-¡No será otra vez el del puzzle!
-No. 
-Ufffff...

viernes, 31 de octubre de 2008

TODAVÍA por Eduardo Mesa


(Nostálgico y mínimo. Otoñal, diría yo. Evocador)

Al suelo cayó mi teléfono móvil. Lo pisé. Aplastado, crujía como un insecto. Todavía palpitaban esos mensajes que nunca me mandaste.

martes, 28 de octubre de 2008

AMOR, DE TARDE por Mario Benedetti


[Dice Joaquín (que acaba de inaugurar su bitácora de libros "El hipopótamo funambulista" en el apartado de blogs de www.lasextanoticias.com) que mi cuento le ha recordado este poema. Qué grande que me lo hayas mandado porque para mí ha sido un viaje a mis años de universidad con el libro de Benedetti rodando por el césped del campus, la biblioteca de la Facultad de Historia y las sesiones de cine de las cuatro de la tarde].


Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme «¿Qué tal?» y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.

sábado, 25 de octubre de 2008

DISFRACES por Miriam Márquez


De vuelta del aeropuerto tras pasar algunos días con su amante, el oficinista antes hastiado se pregunta si será capaz de ceñirse de nuevo el corsé de inventarios, hipotecas y cifras sobre la brecha palpitante que se le ha abierto en algún lugar cercano a las tripas. 

jueves, 16 de octubre de 2008

SIN NOMBRE de Gabriel García Márquez


(Os dejo este micro de referencia y os pido que me disculpéis una semana porque estaré de viaje de trabajo en México, pero siempre al acecho para cazar nuevos cuentos)

"El drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida".

domingo, 12 de octubre de 2008

EXTRATERRESTRES V por Miriam Márquez


[Mi minúscula contribución al cambio en EE.UU. Yes, (we hope) they can]

Impaciente, el marcianito verde de antenas observa cómo su compañero, en una habitación acristalada, somete a un test de inteligencia al dirigente de la primera potencia humana, al que acaban de abducir como representante de su especie. Al cabo de tan sólo cinco minutos, el examinador asoma la cabeza: 
-¿Podrías pasarme….
-¿Las series infinitas de último rango, los jeroglíficos encriptados….?- pregunta el ayudante anonadado por la rapidez del líder humano. 
-…un puzzle?

martes, 7 de octubre de 2008

CUENTOS por José Antonio Martín


(Un clásico divertido y genial para afrontar este martes gris). 

Cuento que me contó una vez mi hija Adriana fastidiada de que le pidiera un cuento: "HABÍA UNA VEZ UN COLORÍN COLORADO".

lunes, 6 de octubre de 2008

CUIDADO CON LOS LOBOS por Xuan Folguera


(Lo que más me gusta de este cuento es la atmósfera que crea Xuan. ¿Qué os parece?)

Aunque no hayamos visto ninguno, en mi familia hemos crecido temiendo a los lobos. Nunca salimos de casa sin el tío Julián, que, en Navidades, nos escolta con una escopeta de cartuchos en las manos y dos cananas cruzadas en el pecho, hasta el centro comercial, a comprar los regalos.

Después de atravesar las calles de un barrio en ruinas por culpa de los bombardeos, donde aún se conservan carteles propagandistas, pintadas revolucionarias y esquirlas de balas en las escasas paredes que aún se mantienen en pie, llegamos al centro comercial. A los niños nos dejan entonces corretear por los pasillos y subirnos a los columpios de plástico, mientras los mayores contemplan boquiabiertos los escaparates y toman jarras de cerveza sentados en las mesas metálicas de las terrazas.

La prima Nadia se encaprichó las Navidades pasadas de una muñeca rusa de madera, que contenía en su interior una infinitud de muñecas rusas cada vez más pequeñas, unas dentro de otras.

Como prueba de amor, anoche me pidió que fuera a buscarle la muñeca rusa al centro comercial. Aunque la prima Nadia me ha dado decenas de besos largos y húmedos, un poco babosos, he preferido no ir.

Ahora la prima Nadia besa a mi hermano Felipe en un rincón oscuro de la salita. Seguramente con los mismos besos largos y húmedos, un poco babosos. Me pregunto a quién besará mañana.

martes, 30 de septiembre de 2008

EXTRATERRESTRES IV por Miriam Márquez


-¿Y dices que los humanos pueden pasarse horas estallando estas pompitas?- pregunta el marcianito verde de antenas a su compañero, que acaba de traer de una incursión a la Tierra un jugoso papel de embalar de plástico. 
-Sí, tardes enteras...- responde el explorador explotando una burbuja. 
-¡Qué pérdida de tiempo!- se indigna el otro reventando la suya. 
-¡Inaudito!- ¡pim!
-¡Incomprensible!-, ¡pam!

domingo, 28 de septiembre de 2008

CÍRCULO por Miriam Márquez


La mujer engañada se arma de valor y llama al número que tanto se repite en la factura telefónica de su marido. Cuando descuelgan, se queda muda. La voz de aquella chica es idéntica a la suya cuando hace veinte años respondió desenfadada al teléfono.

martes, 23 de septiembre de 2008

LOS VIAJES DE MARCO POLO por Bart J. Simpson


(Estoy esperando el metro, me acuerdo de este cuento y me río. Estoy lavándome los dientes y me río. Estoy viendo un dramón en el cine y me río. Tenía que compartirlo con vosotros a ver si así se me pasa).

Se cuenta que Renatta de la Chiussa, tras pasar una noche de placer con Marco Polo, le comentó a este:

-Oh, amor mío, ahora que hemos juntado nuestros cuerpos, juntemos también nuestras almas para el resto de los tiempos. Vivamos juntos una vida llena de felicidad en compañía de mi madre, mis hermanos: Rocco, Umberto, Paolo, Fabio, Carolo, Giorgio i Giosseppe, mi tia Rafaella, el tio Luigi y sus doce hijos...

- Eeem... si, claro, cómo no, pero verás, esto, yo... yo antes quisiera acabar cuatro cosillas...

Y esa misma tarde partió, en un viaje sin precedentes, atravesando Anatolia, Irán, el alto Afganistán y el Turkestán chino hasta llegar a Pekín y después Indochina, El Tíbet, Indonesia, Ceilán, Arabia, Etiopía y todo el litoral africano hasta Zanzíbar.


sábado, 20 de septiembre de 2008

HAY UNA RISA CÓMPLICE por Joaquín Armada


(Dice Joaquín que está volviendo a escribir por placer. Por el suyo y por el nuestro, añadiría yo).

Hay una risa cómplice, con ella no conmigo. Hay uno, dos, tres… seis corros amurallados. Viajo de uno a otro, paso por todos, no pertenezco a ninguno. Ella sonríe. La jarra de cerveza vuelve a quedarse vacía. Los regalos se acumulan en un rincón. En el aliento fugaz de la noche, walking down Atocha street, hay un hombre entre tres paredes de cartón y una de cristal. Walking down Atocha street, con las manos en los bolsillos, como si todo fuera real y sólo yo fuese una pieza de otro decorado. He olvidado el poema genial, verso libre, no sé nada de reglas métricas y no quiero saber cómo funciona la muñeca. Romanticismo barato. Nueve versos encadenados con la velocidad genial del alcohol, sin el miedo que todo lo ata. Ella no estaba hoy. Ni ayer.

lunes, 15 de septiembre de 2008

COMPETENCIA por Miriam Márquez

(Permítanme un poquito de cinismo)

Tras pasar algunos años atrapado en una isla desierta, el náufrago descubre un día un brillo inusual entre la arena. Al acercarse observa que se trata de una botella con un mensaje de socorro de otro superviviente. Indignado, escribe su nombre sobre el de su contrincate y devuelve la botella a dar tumbos entre las olas.

viernes, 12 de septiembre de 2008

ANÓNIMOS por Diego Palacios



(Estupendo cuentista que acaba de sacar su primer libro de microrrelatos. Os dejo su blog, www.laescalerayotros.blogspot.com, y una joyita como aperitivo).


Siempre nos ha pasado. Incluso antes de nacer yo. Y no sé el motivo, ya que ni somos famosos, ni ricos ni políticos. Tampoco creamos opinión ni tenemos ninguna clase de influencia sobre nada ni nadie.
El caso es que siempre hemos recibido notas anónimas. Muy variadas. Desde el “os vamos a matar” pasando por el “estáis muertos” hasta el socorrido “os estamos vigilando” y el famoso “cuidado con lo que hacéis”.
Llevábamos tanto tiempo que nos habíamos acostumbrado y acabamos ignorándolos.
Hasta que hace poco recibimos una nota inusual: “Lamentamos el error”. A partir de entonces cesaron los anónimos. Días después, toda la familia del 4ª A, nuestros vecinos de abajo, fue degollada.
Hoy, cuando hace ya dos años de la sangrienta tragedia, se nos ha helado la sangre al recibir otra nota anónima.

jueves, 11 de septiembre de 2008

EXTRATERRESTRES III por Miriam Márquez


(Adoramos las complicaciones, ¿no?)

Después de haberse tragado, a velocidad supersónica y de un tirón, “Madame Bovary”, “Romeo y Julieta”, “West Side Story”, “Carmen” y “El Amor en los Tiempos del Cólera”, el marcianito verde de antenas, perplejo, suspende por hoy su disección del ser humano, resopla aliviado y se escapa a un rincón oscuro para disfrutar su achuchón hermafrodita.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

RECETA DE COCINHA por César Jiménez


(Un chileno escribiendo una receta de cocina muy especial en una clase de portugués... Tenía que salir un postre, y así fue.)

Ingredentes
-Um pouco de beleza
-Um soriso
-Um olhar coquete
-Uma colherada de distancia
-Tensao ao gosto
Tome um pouco de sua beleza e espalhare-lha pelas ruas do Santiago.
Misture-lhas com um soriso, um olhar coquete e uma dose de tensao ao gosto.
Adicione uma colherada de distancia e deixe cozinhar por algumas semanas. Nao
deixe esfriar.
O resultado: um pobre cara, como eu, apaixionado por voce.

RECETA DE COCINA

Ingredientes:
-Un poco de belleza
-Una sonrisa
-Una mirada coqueta
-Una cucharada de distancia
-Tensión a gusto
Tome un poco de su belleza y espárzala por las calles de Santiago.
Mézclelas con una sonrisa, una mirada coqueta y una dosis de tensión a gusto.
Agregue una cucharada de distancia y cocine a fuego lento por algunas semanas.
No deje enfriar.
El resultado: un pobre tipo, enamorado de usted.

martes, 9 de septiembre de 2008

TODO A LA VEZ por Ana Boyero

(Un micro con final triste, pero con vocación alegre. ¡Estupendo!)

Nuestros besos sabían a chicle, a patatas fritas y a lima: todo a la vez. Los paseantes del parque se irritaban al vernos sentados en el césped, riéndonos de las señoras corpulentas y de los niños con mocos. Era maravilloso marcharnos de los restaurantes sin pagar, meternos mano delante de los curas y colarnos en el cine.
Pero una noche te vi con otra: pagaste su cena, la acompañaste a casa y la besaste en el portal. Y yo me sentí como una mujer obesa, como un niño sucio, como un camarero estafado, como un conserje miope y un cura indignado: todo a la vez.

domingo, 7 de septiembre de 2008

CRISIS por Miriam Márquez


(No es un cuento. Me lo encontré ayer en mi buzón). 

Con letra temblorosa, casi ilegible, en un hoja escolar de rayas y con los bordes mal cortados. 

"Albañil con más de veinte años de experiencia se ofrece para todo tipo de trabajos por estar en paro. Muy económico. Mi esposa también cuida niños. Llamar a cualquier hora al ....."

lunes, 1 de septiembre de 2008

LA CRIADA por María Urreiztieta


(¡Ay, enamorados!)

Y la criada le dejó dicho un mensaje a los señores por si veían a su amado cartero... "Sí le ven, que no le van a ver, no le digan nada"

miércoles, 27 de agosto de 2008

SOUVENIRS por Miriam Márquez


-Dime la verdad, la preferías a ella… Tan rubia, tan alta, tan sofisticada…- dice la mujer morena, bajita, sencilla.
-Baja la voz y deja de decir tonterías- responde él aprovechando que el camarero se aleja.
-Siempre impredecible, descarada y decidida. Estoy segura de que te arrepientes de haberme escogido a mí y de que sigues deseándola- chilla la mujer, temblorosa de rabia.
Él huye al baño, echa el cerrojo y resopla. Mira su móvil. Borró su número, pero estos últimos meses, a fuerza de hablar de ella, se ha terminado acordando.

lunes, 25 de agosto de 2008

SIN NOMBRE de Hemingway


(El cuento más corto que conozco, también el más intenso y el más triste...)

"Zapatitos de bebé... Vendo... Sin uso..."


domingo, 17 de agosto de 2008

GOOGLE por Miriam Márquez


¿Sabes que hay 3.536 referencias a ti en el Google? Las he recorrido una a una, y gracias a ellas, sé que, desde que me dejaste, tu carrera se ha puesto a silbar como una locomotora. He visto tus fotos recogiendo premios, las entrevistas con la prensa, y hasta tu nombre escrito con letras historiadas en el programa de una conferencia internacional. Gracias al Facebook, no me he perdido detalle de tu reciente mudanza a Manhattan, del nacimiento de tu hija Cristina y de la adquisición de ese cachorro de orejas caídas. Para contrarrestar tu avalancha de éxitos, he tenido que exprimir mi imaginación. Me he fotografiado sonriendo en fiestas prestadas, he trucado algunas fotos y hasta he hecho circular algunos bulos halagadores en diversos foros de internet. Mi última idea ha sido publicar un blog con una estilizada biografía incorporada. Durante más de un mes, he visitado enfermizamente mi contador de visitas. Miro a Nueva York y espero que aparezca una de esas banderitas que delatan en un mapamundi a mi lectores en cuanto se asoman. Hoy, por fin, una ondeaba sobre tu nueva ciudad. Sé, no me preguntes cómo, que has sido tú la que me ha dedicado 45 segundos y se ha marchado sin dejar comentarios. 

EXTRATERRESTRES II por Miriam Márquez


(Me encantaría que me abdujeran estos extraterrestres...)

“¿Sabes lo que creen muchos humanos?”, pregunta el marcianito verde de antenas mientras se quita el disfraz de viento con el que acaba de darse una vuelta por la Tierra. 
“No”, responde el otro marcianito verde de antenas, extasiado en la contemplación de la esponjosa burbuja azul del planeta humano con sus frutos, sus selvas, sus mariposas…
“Creen que cuando mueran renacerán en un mundo hermoso donde tendrán todo lo necesario para vivir en paz para siempre”, le responde el marciano verde explorador. 
Pegado a la ventanilla de la nave espacial, el marciano observador recuerda las llanuras yermas de su planeta, y en sus labios gelatinosos se dibuja una gran O. 

sábado, 16 de agosto de 2008

EL MAR EN LA CARACOLA por Le Soldat Perdu


(Os dejo un cuento de un compañero bloguero que me encanta. Encontraréis más cosas suyas en www.lesoldatperdu.blogspot.com).

Las cajas de cartón cubren casi por completo un lateral de la estancia, cada una de ellas marcada con una fecha y una serie de anotaciones jeroglíficas. En su interior, objetos sin aparente relación: un mapa con indicaciones a lápiz en aquella pequeña de la esquina, una vieja fotografía y un frasco azul de perfume en esa otra del fondo, un antiguo disco de vinilo y una receta de magdalenas con vainilla en esta de aquí.


Siempre le acompaña un pequeño cuaderno de tapas desgastadas donde va anotando títulos de canciones, temas de conversación, lugares, mareas y fases de la luna. Meses después, tal vez años, tomará con delicadeza una de las cajas y volverá a recrearlo todo: la música de fondo, el rumor de las conversaciones en otros idiomas, el sonido lejano de las olas, aquel aroma casi olvidado.

Y a veces, cuando cae la noche, el cazador de recuerdos roza con los dedos las letras grabadas en cada una de las cajas y la expectación se refleja en sus ojos. Pero es cuando mira hacia las paredes aún vacías cuando sonríe.

martes, 12 de agosto de 2008

SUEÑO AMERICANO por Josué Santiago de la Cruz


(Qué genial es regresar de vacaciones y encontrarme cuentos vuestros en mi mail. Este me parece limpio y afilado. Gracias y bienvenidos de nuevo.)


Jacinto cruzó el río y un desierto. Sufrió hambre y frío. Sobrevivió a la mordedura de una víbora y de pura suerte esquivó una bala que le disparó un oficial fronterizo la noche que pisó territorio estadounidense. Sólo lo animaba el anhelo de alcanzar el Sueño Americano. 
Era ya de madrugada y no traía equipaje. Todo lo perdió en las veredas, hasta a sus acompañantes, comidos por la fatiga, la noche y el olvido.
—Cuando llegues a la carretera —le dijo el abuelo—, sigue caminando y no pienses en volver.
Las luces de la ciudad y el ruido urbano se le metieron en los ojos y cuando quiso regresar había olvidado el camino.

miércoles, 30 de julio de 2008

EXTRATERRESTRES por Miriam Márquez


“¿Sabes lo que más me intriga de los seres humanos?”, preguntó el marcianito verde de antenas.
“No”, respondió el otro marcianito verde de antenas mientras se asomaba para ver él también la Tierra desde la ventanilla de la nave espacial.
“Lo diferentes que se creen los unos de los otros”, confesó el primero. Y los dos se pusieron a rascarse la antena derecha con aire pensativo.

ANHELOS por Miriam Márquez


Mientras le veía alejarse, ella pensaba: “Ahora es cuando se gira, viene corriendo hacia mí y me besa”.
Según avanzaba más y más, él se decía: “De un momento a otro voy a notar cómo me agarra del brazo y me lleva de vuelta”.

martes, 29 de julio de 2008

MIEDOSO por Flora Isela Chacón


(Dos historias que me llegan desde el otro lado del Atlántico, lo que me encanta. Las dos sobre temas universales y llenas de intención. Que las disfrutéis).

Camino lentamente. No quiero llegar. Me falta el aire. No puede ser tan malo, me repito una y otra vez. Procuro ni mirarla. El sólo pensarla me da escalofríos. No imagino qué será después.
Ella está desnuda. Me mira. Sé que está enojada. Su cara se transforma y yo quiero huir. Si tan sólo lo hubiera pensado más. La gente susurra. No se quiere ir. El circo es tan cómico como triste este minuto.
Al fin llego. Digo que sí aunque quiero decir que nunca. Ella me mira otra vez. Se voltea. Ahora está vestida. Ahora está cercana. Ahora sé que esta era mi suerte desde siempre. Y que sólo es de nuevo, la misma pesadilla de casarme en una iglesia.

ARGUMENTOS por América Ratto-Ciarlo


Se sentó como hacía todas las tardes después de las cinco, en su sitio habitual. Ya era conocido en el café. Le gustaba esa mesa de la esquina; casi como para pasar desapercibido entre toda la concurrencia que a esa hora se reunía allí. Pedía un café tinto, libreta en mano y lápiz. Sólo queda esperar… 
¡Imagínate !, Carmencita se largó con el ex-novio y dejó a Pedro como novia de pueblo; vestido en el altar. El Dr. Ramírez tiene un tremendo rollo, la oposición lo acusa de una componenda a cambio de su voto en la Asamblea Nacional. En las próximas elecciones del Colegio Médico es seguro que gana Fonseca –el cardiólogo- con todo y su escaso curriculum. ¡Que te lo digo yo, que tengo excelentes contactos! ¿Señor Arturo, quiere que le limpie el calzado ? ¡Bueno, ándale!. ¿Ya se enteró de la última, la que puso la Doña esa de la tan alta sociedad? Esa ricachona, una tal Isturiz de no sé qué. Salió en las fotos de la revista esa de la farándula, toda borracha a las puertas de una discoteca. ¡La sacaron como el hombre del bacalao! Ja,Ja,Ja… 

Es increíble, cómo puede uno ponerse al día con todo lo que acontece en la ciudad. Sólo con estar atento y tener un oído fino y presto para captar la información. ¡La imaginación no da para tanto! La vida real la aventaja. Basta con organizar los chismes con cierta ilación: 

“El Dr. Fonseca del Colegio médico, salió a altas horas de la madrugada, de una discoteca de moda en compañía de la Sra. Istúriz de Ramírez, totalmente ebria. La dama es esposa del diputado Ramírez de la A.N. que de paso, se comenta que está enredado con una tal Carmencita –secretaria ella del Emiciclo- que dejó a su novio de siempre un tal Pedro, por el mentado diputado...”
Nada mal. ¡Qué tal dato para mi columna de sociales!

Después que lo desmientan; si pueden…

viernes, 25 de julio de 2008

JESSE por Juanjo Santos


(Un poquito de suspense sienta genial en verano).

Sentado sobre un campo de fútbol de tierra bajo el calor mareante de julio. En el campo se estaban comenzando a instalar las atracciones de la feria temporal de cada año; una extraña y decadente visión. El increíble Hulk a medio montar, el tren de la bruja, vacío y lleno de polvo, el viejo y desgastado puesto del “tiro a la lata”.
En ese escenario me dio por pensar en todas las cosas que me estaban pasando en los últimos tiempos, casi todas, negativas, que me hacían afirmar que estaba de lleno en una de las peores épocas de mi vida…Influido quizás por las altas temperaturas, caí en una especie de estado semiinconsciente…
Desperté en un paisaje aún más inquietante; unos jardines gigantescos que daban paso a una mansión enorme, de estilo neorrenacentista. Se notaba que ningún humano se había acercado allí en años; estaba todo descuidado, en ruinas, abandonado.
- ¡Eh! ¡Eh! Tú…
Una voz susurrante me sobresaltó. Una figura a contraluz me llamaba detrás de mí.
- Joder ¡qué susto! ¿Quién eres?, ¿Dónde estoy?
- Soy Jesse. Y estás en Disgraceland.
Me dijo la silueta parlante con total tranquilidad. Yo mostraba la típica actitud de quien cree que está soñando; aceptaba todo lo que veía y escuchaba con parsimonia.
- ¿Jesse? ¿Quién eres? ¿Te conozco?
- No, pero yo si conozco a tu hermano. A Carlos no, al otro. Al que no nació.
Ni siquiera el hecho de que ese tal “Jesse” supiera algo tan íntimo de mi vida me sorprendió. Mi madre dio a luz a un bebé muerto un año antes de nacer yo. Tras superar el golpe, se quedó de nuevo embarazada, esta vez con mayor fortuna; nací yo.
- Ahhhh… ¿Y qué se cuenta mi hermano?
- Que te va a visitar. Y no está de muy buen humor.
- ¿Y qué le pasa?.- respondí siguiendo el juego.
- Está muy decepcionado contigo. Recuerda que él dio la vida por ti.- su rostro seguía siendo una sombra oscura…
- Nunca lo había visto de esa manera, la verdad…
- Y observa como estás tomando muy malas decisiones…Estás desaprovechando tus días. Y sí a tu hermano le da por hacerte una visita…- todo aquello me parecía terriblemente infantil, estúpido.
- Vaya, vaya… ¿se supone que tengo que cambiar de rumbo verdad?, bueno, es algo que ya tenía decidido hacer, de todas maneras…Dile a mi hermano que no se preocupe.- sinceramente, eran palabras huecas. Se lo dije como algo que suponía querría oír. Quería acabar ya con la conversación.
- Se lo diré. No te quiero asustar, pero ya sabes lo que le hice a mi hermanito cuando empezó a pasarse de la raya…
Jesse* y con él Disgraceland se evaporaron fundidos por el calor. Al recuperar la cordura, caí en la cuenta de con quien estaba hablando y de donde estaba. Fue entonces cuando me di cuenta de lo que había escuchado…y de la aparición de mi hermano nonato en aquel espectral diálogo. Una sensación de frío recorría mi cuerpo, a pesar de los 40 grados a la sombra. Mi mente buscaba calma sin encontrarla de ninguna manera. Un sentimiento de revelación, casi religioso, iluminaba mis ojos. Por primera vez desde que me levanté en ese maldito día estaba seguro de tener un pensamiento sincero, de tener una conciencia de mi realidad.
Soy el que sigue vivo.

*Gladys estaba embarazada de mellizos en enero de 1935. El día cinco dio a luz al primero, Jesse, pero falleció a los pocos segundos de nacer. El segundo salió unos minutos después; su nombre sería Elvis Aarón Presley.
http://www.youtube.com/watch?v=GYyOkQUyJZMhttp://www.metrolyrics.com/jesse-lyrics-scott-walker.html

jueves, 24 de julio de 2008

BREVE CURRICULUM por Miriam Márquez



(Para todos aquellos colegas periodistas que, como yo intento, se siguen negando a poner el piloto automático y creen en la vocación de narrar algo como si fuera la primera vez que ocurre).


Tengo el gusto de enviarles mi candidatura para el puesto vacante de periodista en su empresa. Durante treinta años he desarrollado mi labor tanto en medios audiovisuales como escritos de primer nivel. He narrado 16 chupinazos de San Fermín, 37 tormentas tropicales, 11 huracanes, 24 terremotos, siete culebrones de corrupción inmobiliaria, cuatro crisis, un golpe de Estado, 47 casos de violencia machista, 19 ferias de abril y el alumbramiento de 22 cachorros exóticos en 17 zoos mundiales. En estos años he informado puntualmente a mis espectadores del terrible calor que hace en verano, y de las pelonas que caen en invierno. Los he alertado sin desfallecer contra los cacos en agosto, y la depresión post-vacacional en septiembre. Gracias a la experiencia acumulada, tengo ya totalmente estudiado un sistema de plantillas que me permite ser el más rápido de la redacción. He diseñado una para los atentados en Irak en la que basta con cambiar el nombre de la ciudad (Bagdad, Mosul, Basora) y el número de muertos. También otra para los desastres naturales (a escoger entre ciclón, huracán o tifón) y las cifras de la DGT cada lunes. Cuando acabe con mi método, bastará escoger el molde correspondiente a cada día del año para tener apañado de antemano medio informativo. Si ustedes me contratan ahora, no saben cuánto dinero puedo ahorrar a su empresa.

martes, 22 de julio de 2008

AMOR IMPOSIBLE por Miriam Márquez

(Se me ocurrió uno antes de dormir)

No deja mi psicólogo de preguntarme si me ha sucedido algo diferente en las últimas semanas. Dice que mi recaída, con toda seguridad, se debe a algún elemento novedoso que todavía no he aprendido a neutralizar. Algo que de pronto ha reventado mis costuras, me ha arrancado el andador y ha soltado de nuevo la fiera que el mundo lleva dentro. Yo llevo ya un tiempo sospechando, pero callo. Prefiero aguantar los tics, obsesiones y temblores que reaparecieron al conocerte, antes que delatarte. Vivo con la esperanza de que algún día renuncies a tu talento para los imprevistos y aprecies tú también la tranquilidad de saber lo que va a pasar hoy, mañana y al otro. Estoy seguro de que pronto echarás el doble cerrojo de la puerta, certificarás las cartas y reservarás las vacaciones por anticipado. No voy a rendirme aunque he de confesarte que ayer me desmoralizaste por completo. Aún siento escalofríos cuando recuerdo cómo al caerse tu tostada, untada de mantequilla por los dos lados, se quedó haciendo equilibrios de canto sobre el parquet.

LOS NADIES por Eduardo Galeano


(Con ganas de gritar hoy, pero sin voz, prefiero cederle el espacio a los grandes que cuentan grandes verdades)


Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan 
los nadie con salir de pobres,
que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a
cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los
nadie la llamen,
aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadie: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadie: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre,
muriendo la vida, jodidos, rejodidos.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja
 de la prensa local.
Los nadie, que cuestan menos que la bala que los mata.

jueves, 17 de julio de 2008

LUJOS por Miriam Márquez


El-hombre-que-nunca-se casaría-pero-que-todavía-no-tenía-ni-idea salió espantado de la joyería con un papel en la mano. “¡Cuatro mil euros!”, pensó mirando la hoja. Era justo la sortija que a ella le gustaba, pero jamás se hubiera imaginado que podía costar tanto. Por el camino de vuelta a su casa, la mente gestora de el-hombre-que-nunca-se casaría-pero-que-todavía-no-tenía-ni-idea empezó a echar cuentas. Entre la alianza, la cena y el pianista, la petición de mano superaría los cinco mil euros, seis mil para redondear. En un año se había gastado en conquistarla con bombones, regalos y viajes más de tres mil. Con su modesto empleo de cajera, ella ganaba al año una décima parte que él. En poco tiempo, esta proporción se duplicaría porque ella no tenía ninguna opción de ascender en su empresa, mientras que a el-hombre-que-nunca-se casaría-pero-que-todavía-no-tenía-ni-idea se le amontonaban. “Con lo que gana”, pensó, “si quisiera regalarme algo con un importe similar al de la alianza, tendría que estar ahorrando durante al menos un año. Eso contando con que no le surgiera ningún imprevisto”. Las cuentas le parecieron tan claras que se sorprendió por no haberse dado cuenta antes. El-hombre-que-nunca-se-casaría-y-que-estaba-empezando-a-intuirlo arrugó la hoja, le dio un puntapié y se fue convencido de que el amor era un lujo que no podía permitirse.

SINÓNIMOS por Miriam Márquez

 
En mitad de los deberes de Historia, el hijo del traficante de armas frunce el ceño y pregunta:
-Papa, ¿qué es una tregua?
-Una desaceleración.
-¿Y un armisticio?
-Una crisis, cariño.

miércoles, 16 de julio de 2008

LÁGRIMAS DE PERSÉFONE de Ines García


(Intenso. ¿No os parece?)

Miras al techo de tu habitación con los ojos achinados, hinchados de sal e impotencia. Los goterones resbalan por tus mofletes y se cuelan en las orejas. Eres todo narizota roja y cara congestionada.

Ha pasado el tiempo, has madurado -o al menos te has hecho mayor-, pero sigues teniendo la misma forma de llorar. Ridícula.

Estais condenadas a no entenderos. A haceros daño sin miramientos. A no asumirlo nunca y a creer que, en el fondo, algún día cambiarán las cosas. Pero no lo hacen... y otra tarde más te desplomas sobre la colcha con un bloque de hormigón sobre el pecho, con una orquesta
asinfónica taladrando tu cabeza, con un pulso de panderetas. Con pena.

Nunca verá más allá de lo que quiere ver. Y tú, tú hace tiempo que no sabes cómo ajustarle las gafas. Has tirado la toalla, te odias por ello y mientras, de nuevo, las lágrimas se cuelan por el agujero de tus orejas, vuelves a escucharlo.

...."esto va a acabar mal".

Ya lo ha hecho.


domingo, 13 de julio de 2008

FENG SHUI por Miriam Márquez


(Pequeño cuento improvisado a la hora de comer del trabajo. Dedicado a todos aquellos que, como yo, han vivido alguna vez en la periferia, afueras, las ciudades dormitorio, los HLM o los guetos)

Ahora que mi mejor amigo se ha echado una novia taiwanesa, está empeñado en que tengo que dejar que reorganice mi espacio. Me dice que ella, experta en Feng Shui, puede ayudarme mucho con mis nostalgias, despistes y hasta con mis cuentos. A él le ha ido tan bien que ahora, entre las flores de loto y los tonos neutros de su pared, nunca tiene tiempo para las pesadillas.
La llamé tras siete días sin escribir una línea. Apareció con un vestido color mandarina y un cuaderno recién estrenado. Tomó nota de mis plantas resecas, del empapelado de mi estudio y hasta del íntimo estropicio de mi nevera. La vi cómo se asomaba con estupor al callejón que contemplo mientras escribo. En la ventana de enfrente, dos latinos en paro suspendieron su reggaeton para escrutarla sin disimulo.
De acuerdo a sus recomendaciones, he trasladado mi estudio a otra habitación, insonorizado las ventanas y despellejado las paredes. Tengo un bote lleno de lápices recién afilados, una mariposa monocolor estampada en el techo y un hilo musical como de profundidades marinas.
El día que tenía que venir a comprobar mis avances, no apareció. Algo decepcionado, llamé a mi amigo. Lo cogió al primer timbrazo, y le entendí la mitad de lo mucho que lloraba. Ella se había enamorado de pronto de un calavera sin escrúpulos y se había marchado a compartir con él sus pasillos enroscados y las goteras de su buhardilla. La última vez que la vio tenía un tic en el ojo y dos manchas moradas junto a la clavícula.
Me alegré bastante de no tener que soportar más la música de acuario. Los lápices ya se habían gastado con mis garabatos y, afortunadamente, la mariposa monocolor era fácil de tapar con un póster de Playboy. En la ventana de enfrente, los dos adolescentes seguían enredados en su sudoroso combate. Estaban tan concentrados que pude contemplarlos durante mucho rato. Poco a poco, casi sin querer, me puse a escribir y me olvidé de ellos.

sábado, 5 de julio de 2008

ÚLTIMA NOCHE por Miriam Márquez


(Prometo reformarme y empezar a escribir cosas alegres)

Por más que se arrepintió y luchó contra la lavadora, el centrifugado había arrancado ya su olor de las sábanas.

martes, 1 de julio de 2008

PASEAR por Clara Valmorisco


(¡Cómo me gustan estas historias que no son lo que parecen! El primer cuento que me manda una chica. ¿Qué pasa lectoras? ¿No hay ganas de participar en el trueque?)

Nunca pensé que terminaría guardándote allí, ni mucho menos que guardaría sólo una parte de ti. A veces me pregunto si no me estaré equivocando, si esta manera mía de razonar, de hacer las cosas, no será más que el reflejo de algún trastorno al que no quiero mirar. Pero me gusta pasear contigo, sobre todo ahora que la ciudad se está llenando de luces, que las calles huelen a castañas asadas. Si bajo la ventanilla, el olor se mete en el coche y, por un rato, el tiempo que dura un semáforo en rojo, tú te sientas a mi lado y me propones un plan. A veces es comprar castañas y asarlas en la chimenea, comérnoslas tirados en la alfombra; a veces es algo más arriesgado. Nos vendría bien un viaje. Y yo siempre digo que sí.


Ya tengo los billetes para Italia. Serán unas Navidades distintas este año. Tan acostumbrados a la familia y a la lombarda se nos va a hacer raro tener sólo un abrigo y frío. Pero pasearemos y eso es lo único que quiero. Me contaste que en el silencio de la noche Venecia es otro mundo, y que puedes susurrar a una persona desde orillas distintas de un canal y oírla contestarte como si estuviera a tu lado. Claro que, en Navidad será difícil encontrar una calle vacía en una ciudad tan pequeña y tan turística. Por eso he pensado que podemos dormir por el día y pasear de noche. Siempre me ha llamado la atención la idea de conocer una ciudad a oscuras. No habrá museos ni tiendas abiertas, pero estarás tú, estaré yo; estaremos abrigados y tendremos los canales. Y también la copa de champagne en medio de la plaza de San Marcos. No la conozco, pero he imaginado tantas veces ese momento que casi lo revivo más que imaginarlo. Tendremos todo lo que me contaste.


Me da miedo viajar sola. Me he comprado un libro y, como el vuelo es corto, supongo que será suficiente para que mi cabeza no se vaya muy lejos. Todo lo demás está solucionado. Tengo los mapas, tengo el hotel y el idioma no me preocupa; además, tampoco creo que necesite hablar con nadie. Mi plan es dormir durante el día y pasear por la noche, sentarme a la orilla de algún canal y hablarte, que me hables desde la otra orilla y yo pueda oírte a mi lado.


Sólo espero que sea cierto que eso ocurre en el silencio de Venecia. Y que no te importe que la parte de tí que no tiré al mar me espere en el maletero del coche. 

EL HOMBRECITO VERDE por Francisco Chica


(!Un cuento fantástico que nos llega desde Bratislava!)

A los ocho años lo vi por primera vez. Vivía a los pies de mi cama y se alimentaba de piel y legañas. 
Un día, en su recolecta nocturna de provisiones debió encontrar oposición por parte de algún lagrimal mío, o tal vez tropezó con una pestaña vaga, pero el descuido o la mala suerte lo llevó directo a mi fosa nasal, provocando un estornudo y el consecuente desconcierto por ambas partes. 
No era la primera vez que nos veíamos, pero un pacto tácito me llevó a callar y dejar hacer. 
Nunca nos habíamos cruzado en nuestras tareas (dormir y recolectar) y frente a esta nueva situación la reacción se hizo esperar. 
El golpe le dejó mareado y destartalado sobre mi cama mientras que el despertar repentino me mantenía semiinconsciente y el sopor aún nublaba mi visión. 
Tardamos unos segundos en decidirnos. 
Yo me agaché y él se acercó a mi oído. 
El contacto era inevitable así que lo mejor era llegar a un nuevo acuerdo cuanto antes. 
Fue la única vez que oí su voz, dulce y reducida, una voz joven de siglos atrás. 
Sólo tres palabras me dijo:
- Un secreto semanal.
Esa era su oferta. Libertad para actuar como antes a cambio de un secreto a la semana. 
Estaba tan excitado y a la vez tan casi ausente que no me atreví a preguntar más. Asentí con la mirada y me dispuse a dormir de nuevo. Ya descubriría qué y cómo me desvelaría esos secretos. 
Los primeros días me acostaba nervioso y madrugaba exaltado, en busca de una nota bajo la almohada o escondida en las zapatillas. Otras veces imaginaba que me despertaría a media noche para contarme la buena nueva. 
Pero nada de eso ocurrió. Cada vez me costaba más dormirme hasta que, víctima del cansancio y el insomnio caí presa de un sueño pesado e inesperado. 
Así fue como empecé a saber cosas. 
El hombrecillo verde se volvió más cuidadoso y apenas lo veía ya, pero una vez a la semana me despertaba sabiendo algo nuevo. 
A veces era sólo comprender una fórmula o asimilar una teoría. Las semanas afortunadas descubría nuevos sentimientos o sensaciones desconocidas. 
Y así me trajo el amor y la amistad, la gravedad o el complemento del nombre, y las ganas de viajar…
Sin embargo con cuantas más cosas yo sabía más huraño se tornaba el hombrecillo, y poco a poco dejó de moverse. Le cogió cariño a la cama y allí pasaba las horas. Hasta que un día dijo adiós, y tuve miedo de conocer todos los secretos que él tenía. 
Hace tiempo que dejé de ver al hombrecillo verde, pero algunas veces, cuando me levanto, siento que me visitó esta noche, y junto con su cesta de piel y legañas se llevó también un secreto de vuelta, que fue compartido y dejé de usar, dejando espacio para crecer a otros y dándole a él algo para recordar…

sábado, 28 de junio de 2008

FRAGMENTO


(No es un cuento, aunque si lo fuera, funcionaría a la perfección como tal. Os dejo un breve fragmento de la novela "Orlando" de Virginia Woolf. Una descripción del amor mínima y hermosísima)

"Los dos habían comprendido en unos pocos segundos -como suele ocurrir entre los enamorados- cualquier cosa que tuviera alguna relevancia del otro, y sólo les quedaba resolver detalles de poca importancia como cuáles eran sus nombres, dónde vivían o si eran mendigos o personas acaudaladas."

miércoles, 25 de junio de 2008

¿Van a tomar postre? por Maximus


(Un texto juguetón y sugerente, perfecto para estos sofocones veraniegos)

El camarero dejó la carta de postres en la mesa de Juan y Greta.

- “Yo estoy llena”, dijo Greta mirando los precios.
- “Yo sí quiero postre”, contestó Juan, que cerró la carta sin mirarla cuando su amiga se la ofreció.
- “¿Ya sabes lo que vas a tomar, que no tienes ni que mirar?”
- “Es que no viene en la carta…”
- “Ah, ¿no? ¿…Y qué postre es?”

Juan no dejaba de mirarla y Greta empezó a ponerse roja. Su nuevo amigo, al que había conocido hacía un par de semanas, había mantenido la compostura durante toda la comida. Pero después de un plato de pasta y dos copas de vino invadió el otro extremo de la mesa. Juan abandonó su silla y se sentó junto a su invitada en el sofá negro de aquel restaurante italiano.

- “Bueno, a ver, déjame que mire la carta…” Juan la abrió por la última página y la orientó hacia ambos, como si tuviesen que decidir juntos. “Tiramisú, mousse de chocolate… ¿esto que huele tan bien es el limoncello?”
- “¿A qué huele?”
- “Ah, no, eres tú. Perdona, sigo. Profiteroles, copa Windsor…”
- “¿Copa Windsor? Suena a trofeo de tenis…”
- “Sí, es verdad… ‘Y el campeón de la Copa Windsor 2008 es… ¡Roger Federer!’”
- “Hey, ¿por qué Federer? ¿No puede ser Rafa Nadal?”
- “Bueno, como quieras… Tú eliges al ganador de la Copa Windsor pero yo elijo el postre”
- “…Me parece bien”

Juan cerró la carta y llamó al camarero.

- “¿Van a tomar postre?”, dijo con educado acento italiano.
- “Confío en que sí. Pero usted de momento tráiganos la cuenta”

martes, 24 de junio de 2008

ESTRELLA por David Muñoz

(Otra aportación con ese sello "sádico" que empieza a caracterizarnos.)


El tipo que no era su padre,pero que se esforzaba patéticamente por usurpar ese rol sólo porque dormía con su madre le dijo-tratándole como a un crio,según solía hacer-que pidiera un deseo a la vista de aquella perseida (el bobo la denominó "estrella fugaz").Y aunque Jaime le lanzó una displicente mirada de desprecio bien elocuente,él insistió:
-Pide un deseo,hombre.
Y Jaime pidió y rogó.Por ello,cuando a la mañana siguiente vio a sus tíos esperándole a la salida del cole con la faz demudada,no se sorprendió.

domingo, 22 de junio de 2008

ADAM@HOTMAIL.COM por Nicolás Escanilla


(Aquí os dejo un cuento apasionado. La primera dosis de literatura que me habéis dejado). 

No insistas, Eva. No importa cuántos mensajes escribas en mi FaceBook, ni cuántos zumbidos me envíes en Msn. Yo no comeré la Fruta.
Recapacita, Eva. ¿No recuerdas lo que dijo Dios con respecto a ella?
Moriremos, Eva, moriremos. Eso dijo Dios. Ya sé, me dirás que tú ya la comiste y que sigues viva. Pero Dios no quiso que la comieras. Recuerda, Él hizo la Tierra, creó a los animales e inventó internet.
Lo sé, Eva, sé que la Serpiente dijo que al comerla seríamos como Dios. Pero, Eva, vivimos en el Paraíso. ¿No te conformas con el Paraíso?
Recuerda, Eva, acuérdate del momento en que naciste. ¡Qué hermosa costilla eras! La más blanca y resistente de todas. Dios te tomó entre sus manos y apareciste. Belleza absoluta, ni siquiera Lilith te podía superar. Y entonces, cuando ya estábamos juntos, Dios nos dijo: “Inviertan y multipliquen”. Claro, no invertimos mucho, pero si multiplicamos.
Entiéndelo, Eva, no necesitamos esa Fruta. Olvida su carnosa piel, su dulzor perfecto y olvida su atrayente olor.
No creas a esa Serpiente. Seguramente tiene envidia de nuestra condición, seguramente busca que Dios se enfade con nosotros y nos expulse de nuestro Paraíso.
Te repito, Eva, no voy a comer la Fruta. Pase, lo que pase, no me convencerás. Pues, yo soy el hombre y tú eres la costilla.

sábado, 21 de junio de 2008

CARMÍN por Miriam Márquez


Pablo
Creo que nunca le fui fiel a Elena. Tampoco nunca reivindiqué mi inocencia. El primer recuerdo que tengo de ella es como la más bonita de un grupo, seguida de cerca por la número dos. Elena nunca fue la única, sólo la esencial. 
Pero ahora que ha intentado matarse en tres ocasiones, y el médico dice que va en serio, he decidido reformarme. Nueva casa, nuevos vecinos, nueva sirvienta, nuevos chismes, que espero que esta vez no vuelvan a hablar sobre nosotros. 

Elena
Me gustan las paredes de la nueva casa: tan claras, tan vivas, tan diferentes de las de aquella casona de la que me sacaron a la fuerza. Al principio eché de menos la sobriedad, el polvo acumulado, los pasillos largos por donde mis fantasmas vagaban a sus anchas. Él los ahuyentó, hizo las maletas y sólo unos pocos consiguieron seguirnos. 

En la nueva casa hay muchas flores. Antes se ocupaba de ellas la nueva criada, pero desde hace dos meses soy yo quien las cuida. Me sirve para distraerme durante los viajes de Pablo. Hace poco cogí un bulbo de un lilo y lo planté en un tiesto pequeño. Lo llevé a la habitación de matrimonio. Sé que a él, aunque lo niegue, le gustan mucho las flores. 

Ahora sobre la mesa de la habitación hay tres cosas: el lirio algo reseco, una caja de pastillas y una camisa de Pablo manchada de carmín. El rojo es tan penetrante que podría perder de vista el mundo mirándolo. Eso es precisamente lo que me dispongo a hacer. 

La criada

Sabía por habladurías que era un hombre de instintos, así que decidí mostrarme cauta. Con lo que no contaba era con su desinterés. Al poco tiempo me descubrí implorando sus miradas. Ser invisible, como la tentación, es algo que se me da muy mal. 

Un día que la frágil Elena andaba con sus flores, me acerqué por detrás al sillón donde estaba leyendo. Le acaricié la nuca, pero no se giró. Me apartó suavemente y pasó la página del libro. 

Al principio me pareció que no funcionaría. Demasiado color en las mejillas de Elena. Aún dudaba cuando esta mañana, a las doce, todavía no se había levantado. De puntillas entré en la habitación y la encontré doblada sobre la mesa. Dejé todo como estaba y sólo eché la camisa manchada a la lavadora. 

Elena todavía estaba algo caliente cuando marqué el número de Pablo. 

jueves, 19 de junio de 2008

DESVÍOS por Miriam Márquez


Desde siempre quiso ser escritora. 
Escribía cuentos ambiciosos, los podaba para adaptarlos a los concursos, los obligaba a viajar en sobre amarillos. 
A veces la llamaban porque había ganado. Se perfilaba los labios y salía al estrado. Cuando miraba desde arriba, el público le parecía una nube ruidosa. Esa misma noche apuntaba en su libreta otra convocatoria. Se dormía pensando en folios DIN4 mecanografiados a doble espacio por una sola cara.

Pasaron los años. Ya no cogía el teléfono al primer timbrazo. Los cuentos adelgazaron tanto que se tornaron novelas. Le compraron los derechos para una película de acción. Los periodistas se sabían su nombre. Tradujeron sus palabras al inglés, francés, italiano y muchas otras lenguas no romances. En su casa, en la vitrina, tenía uno en checo. Le fascinaba contemplar, bajo su foto, aquella líneas incomprensibles.

Tenía agente. Los labios se le fueron secando. Ya no se subía a cualquier estrado.

Un día comenzó a sentir angustia. Los personajes de su novela se contagiaron. Las tramas empezaron a simplificase. Las vueltas de tuerca se pasaron de rosca. La heroína se vio una arruga en el espejo, el galán empezó a hacerse preguntas. Los malos se pusieron a tener remordimientos. Los buenos se deprimieron.

Se pasó de caracteres. Le salieron dos volúmenes. La editorial se quedó perpleja. La actriz de moda que iba a protagonizar la secuela se entusiasmó. Empezó a ensayar ese gesto entre la soledad y el miedo. El productor negó con la cabeza. El público no quiso cargar con aquel libro tan triste en el metro.


Ya no tenía agente. Ya no había ruido. Desde siempre quiso ser escritora.


TROFEOS por Miriam Márquez


-"Un país de contrastes... Un reencuentro con uno mismo... Un lugar donde cuestionarse la vida...", recitaba el turista exhibiendo sus fotos del viaje. 
-¿Y sus gentes?,  le preguntaron. 
-¡Pobres ignorantes! ¡No se dejaban fotografiar!


DEFORMACIÓN PROFESIONAL por Miriam Márquez


Ahora que por fin había decidido suicidarse, la vida le resultaba bastante más tolerable. Hasta era capaz de mirar de frente la maldita foto: iluminación perfecta, composición certera e intensidad narrativa. La niña agonizando sobre el suelo agrietado. Más que una imagen era un atajo a la asfixia. 
Pero ahora que había decidido suicidarse, podía recordar sin remordimientos el momento: enfocó en sus ojos, abrió el ángulo y disparó varias veces. Calibró la perspectiva más dramática y el visor de la cámara le confirmó que la había encontrado. Se quedó varios minutos dando vueltas anonadado. No pensó nada más hasta después. 
Pero ahora, que era después, él había decidido suicidarse. Colocó los libros en las estanterías, afiló los lápices, bajó las persianas hasta la mitad y dejó flotando los visillos. Apagó las alarmas, no fueran a distraer la atención de la primera persona que entrara en la sala. Desconectó el teléfono y se afeitó. Sacó todas sus cámaras y fue haciendo añicos uno tras otro los objetivos sobre el parqué. Antes de subirse a la silla y anudar bien la soga, apagó la luz. Lo último que pensó, antes de dar la patada, es que la luz del amanecer entre los visillos dibujaría con su cuerpo un atractivo escorzo. 

sábado, 14 de junio de 2008

RUTINA por Miriam Márquez



Después de haber pasado algunos años juntos, los dos mejores amantes del mundo salieron huyendo en busca de mediocridades.