lunes, 12 de octubre de 2009

MALA CONCIENCIA por Miriam Márquez

(Demasiado tiempo sin escribir. Me cuesta un poco ahora, pero espero atrapar de nuevo la inspiración. Mejor dicho, la pequeña ración que me toca). 

A la tercera proyección de la nueva película, el narrador omnisciente, incapaz de soportar los remordimientos, irrumpe corriendo por una esquina de la pantalla. En el último instante, consigue salvar a la fatídica heroína de un tranvía desbocado que nadie, salvo él, esperaba. Los aplausos y vítores de la sala se mezclan con la musiquilla triste de una banda sonora sin talento para la improvisación. 

5 comentarios:

Borja Echeverría Echeverría dijo...

Para estar poco inspirada has escrito un buen cuento.
Me ha gustado, si señor.

Un saludo.

Maria Coca dijo...

Pues está muy bien. Te felicito!

Anónimo dijo...

Y ahora, atrapado en la vida real de la sala de cine, comienza la verdadera película del narrador, sin guión pero con chica de carne y celuloide. A mi también me gustó

Funambulista

Casandra dijo...

Creo que tras el verano, este parón lo sufrimos much@s.

Un saludo

Xuan dijo...

Muchas veces no escribir es más por culpa de la pereza que de la inspiración.

Animo.