martes, 9 de septiembre de 2008

TODO A LA VEZ por Ana Boyero

(Un micro con final triste, pero con vocación alegre. ¡Estupendo!)

Nuestros besos sabían a chicle, a patatas fritas y a lima: todo a la vez. Los paseantes del parque se irritaban al vernos sentados en el césped, riéndonos de las señoras corpulentas y de los niños con mocos. Era maravilloso marcharnos de los restaurantes sin pagar, meternos mano delante de los curas y colarnos en el cine.
Pero una noche te vi con otra: pagaste su cena, la acompañaste a casa y la besaste en el portal. Y yo me sentí como una mujer obesa, como un niño sucio, como un camarero estafado, como un conserje miope y un cura indignado: todo a la vez.

4 comentarios:

thoti dijo...

.. comprendo como se debió sentir con tantos personajes a la vez metidos dentros, con un montón de sentimientos encontrados, todos a la vez, que no cabían en el cuerpo.. en el fondo debería ver todo eso pero en el hombre que pagó la cena.. y luego, si fuera posible, reirse un rato..
.. besos desde mis Colinas Solitarias..

Anónimo dijo...

Triste, pero a veces cierto.
Y cuando menos lo esperemos, el se sentirá peor.

Saludos

Maria Coca dijo...

Me parece un relato estupendo.

Besoss

Diego Palacios Marxuach dijo...

Es sencillamente genial