miércoles, 26 de noviembre de 2008

POETAS por Miriam Márquez


Antes de doblar la esquina y emprender el regreso a su ciudad dormitorio junto a la capital, la familia contempla el océano por última vez hasta el próximo agosto. “Laura, ¿y tú? ¿No quieres decirle adiós al mar?”, le pregunta su madre. Laura, la más pequeña, la que saca malas notas, la que este verano no ha parado de  garabatear libretas, mira la carretera e incomprensiblemente responde: “El mar se viene, mamá, se viene”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Solamente los niños oyen el ruido del mar en las ciudades dormitorio.
Besos.

Anónimo dijo...

Hermosas imágenes, desarrolladdas con la maestria a la que ya me tienes acostumbrado . Hermoso .

Te dejo un sentimiento.

@JFernandezLayos dijo...

Ojalá no perdieramos nunca la capacidad de llevarnos ese mar a donde vayamos,