domingo, 7 de diciembre de 2008

PERSONAS CIVILIZADAS por Pedro Herrero


(Llevaba tiempo sin recibir aportaciones vuestras y hoy me encontrado en mi inbox con eso que tanto me gusta: un cuento con una calidad evidente, en mi modesta opinión, firmado por alguien que todavía no conozco, pero con el que me une la complicidad de inventar).

Cuando mi mujer y yo comprendimos que no podíamos seguir juntos, pusimos de inmediato sobre la mesa las condiciones de nuestra separación. Lo haríamos como personas civilizadas, sin meter por medio a un abogado. Ella se quedaría la casa y yo el coche deportivo. Lo malo de ese reparto era que a mí me dejaba sin techo y a ella sin medio de transporte. Así que decidimos continuar compartiendo lo que teníamos, por turnos, aprovechando que ella era enfermera y podía cambiar su horario de trabajo en el hospital. Al cabo de unas semanas, rehicimos nuestra vida sentimental y fuimos cuatro en el apartamento. Como personas civilizadas, nos acostumbramos a convivir el uno con la pareja del otro, sin montar para nada el clásico numerito de los celos. Y aunque al principio tuvimos que etiquetar cada cual su propia ropa, para evitar confusiones al hacer la colada, pronto abandonamos ese protocolo, más propio de la vida militar. Pasaron los meses, y al llegar la Navidad nos propusimos cenar juntos la noche de fin de año. Bebimos y reímos tanto aquella noche, después de las campanadas, que ya de madrugada nos fuimos a dormir todos a la misma cama, donde acabamos abrazados en plena oscuridad. A la mañana siguiente, quizás bajo los efectos de una fuerte resaca, comprendimos que no podíamos seguir juntos, y pusimos de inmediato sobre la mesa las condiciones de nuestra separación. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno y muy de actualidad, pues por lo visto muchas parejas que deciden separarse hoy en día, por culpa de la crisis, no pueden más que quedarse a compartir el piso...
Enhorabuena a Pedro por el cuento, y a Miriam por el blog.
Besos,

Cristina Monteoliva
www.labibliotecaimaginaria.es
www.elviajeimaginario.obolog.com

Anónimo dijo...

Qué divertido! Si siguen así, van a acabar en una orgía perpetua. Paco.

Maria Coca dijo...

Me parece un relato cargado de ironía y muy bien escrito. Enhorabuena al autor y a tí por hacerlo público aquí.

Besoss