“No”, respondió el otro marcianito verde de antenas mientras se asomaba para ver él también la Tierra desde la ventanilla de la nave espacial.
“Lo diferentes que se creen los unos de los otros”, confesó el primero. Y los dos se pusieron a rascarse la antena derecha con aire pensativo.
8 comentarios:
Que ácido...! está estupendo...
abrazos
tiene este cuento un aire de comicidad, y a la vez de gran verdad. Felicidades
Hola Miriam!
Vengo a devolver tu dulce visita.
Me gustó mucho lo de los marcianitos.
Inocentes, ingenuos, ellos no saben nada de la "posmodernidad".
Besos y antenitas.
¿Sabes en que se diferencian los seres humanos? En que los hay que escriben relatos cortos con gracia y ritmo. Y otros no. Un besazo, Miriam, me gustan las historias de extraterrestres!
Será que todos los seres del Universo son imitativos.
Buenísimo!!!!!
Besos
Me identifico con ellos, pues en ocasiones he llegado a pensar eso de las ovejas, que a primera vista también me parecen iguales.
lo diferente que se creen ellos... el gran defecto humano creerse siempre superior a su semejante, me encanto tus marcianitos ^^.
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